A los 88 años, muere el papa Francisco, quien le tocó en el caso concreto de Nicaragua lidiar con la peor persecución religiosa que sufrido el país en su historia moderna. De nombre secular Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco falleció este lunes a las 7.35 horas (5.35 GMT) en su residencia de la Casa Santa Marta, anunció en un vídeo mensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, tras más de dos meses de problemas respiratorios que le mantuvieron hospitalizado durante 38 días en la capital italiana.
Desde el 17 de febrero de 2025, el clérigo estaba siendo tratado por un “cuadro clínico complejo”, que inició en una infección respiratoria y se agravó en otros problemas de salud que lo llevaron a un estado crítico. Casi nueve horas después, el Vaticano informó la causa de su muerte: Derrame cerebral, coma, colapso cardiovascular irreversible.
“Así lo ha certificado el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, en el informe de defunción publicado esta tarde por la Oficina de Prensa de la Santa Sede”, informa el medio Vatican News. “El documento médico indica que el Papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II. La muerte se comprobó mediante un registro electrocardiográma tanatológico. Declaro -escribe Arcangeli- que las causas de la muerte, según mi conocimiento y conciencia, son las arriba indicadas”.
El vínculo del papa Francisco con Nicaragua estuvo marcado por la violenta persecución contra la Iglesia Católica desatada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a partir del inicio de la crisis sociopolítica en 2018. Dicha persecución se ha caracterizado por el encarcelamiento, judicialización, desnacionalización y destierro de sacerdotes, religiosas y laicos en el marco del ejercicio de su fe.
Además, el régimen Ortega-Murillo ordenó el cierre de organizaciones, asociaciones y medios de comunicación católicos, el congelamiento de cuentas bancarias pertenecientes a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, así como la prohibición de actividades religiosas en el espacio público.
En los últimos siete años, el papa Francisco se pronunció en varias ocasiones en contra de las agresiones gubernamentales hacia la Iglesia Católica en el país y la violación de derechos de la ciudadanía nicaragüense.
También instó incesantemente al régimen Ortega-Murillo a optar por un diálogo que tuviera como objetivo una salida pacífica a la crisis en la que ha estado sumergido el país. Y en su último pronunciamiento sobre Nicaragua, el Pontífice demandó libertad religiosa para el país y el respeto a manifestar públicamente la fe.
Los intentos del Papa Francisco por buscar un diálogo en Nicaragua

El primer intento del papa Francisco para colaborar en la resolución de la crisis a través de un diálogo, fue con el envío del monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, quien fue nuncio apostólico en Nicaragua desde 2018, hasta su expulsión por la dictadura sandinista en marzo de 2022.
Luego de varios desacuerdos entre la Nunciatura Apostólica y el régimen Ortega-Murillo, que terminaron en la remoción de Sommertag como Decano del Cuerpo Diplomático en Nicaragua y posterior expulsión del país, la relación entre la Santa Sede y el Gobierno nicaragüense cayó en una espiral de deterioro desde ese momento.
Ante la expulsión, la Santa Sede se refirió a esta disposición como “unilateral”, “grave e injustificada”, y además no reflejaba “los sentimientos del pueblo de Nicaragua, profundamente cristiano”.
Los pronunciamientos del papa Francisco sobre la situación de Nicaragua estuvieron desde el inicio de las protestas antigubernamentales en 2018. Entre los más recordados, fue cuando lamentó el ataque a la Capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua el 2 de agosto de 2020 y lo llamó “un atentado”, pese a que la Policía Nacional aseguró que ocurrió debido a una “explosión por la acumulación de vapores de alcohol”.
“Pienso en el pueblo de Nicaragua que sufre por el atentado a la Catedral de Managua, donde ha sido muy dañada, casi destruida, la imagen tan venerada de Cristo, que ha acompañado y sostenido durante siglos la vida del pueblo fiel”, manifestó.
El encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez
A partir de la detención del Arzobispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, en agosto de 2022, el papa Francisco fue más recurrente con sus llamados al diálogo tanto en sus redes sociales, como en la oración dominical del Ángelus.
“Sigo con preocupación y dolor la situación de Nicaragua. Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, expresó el papa Francisco después del arresto del monseñor Álvarez, a través de la red social X.
El Pontífice también se pronunció en contra del destierro y desnacionalización de 222 presos políticos nicaragüenses en febrero de 2023, y la condena de 26 años y cuatro meses de cárcel al monseñor Álvarez por los supuestos delitos de “traición a la patria”.
“Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido no poco y no puedo dejar de recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos”, señaló el 12 de febrero de 2023 durante la oración del Ángelus.
“Rezo por ellos y por todos los que sufren en esa querida nación y les pido sus oraciones. Pidamos también al señor por la intercesión de la Virgen Inmaculada, que abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz, que nace de la verdad, la justicia, la libertad y el amor, y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo”, agregó.
La suspensión de las relaciones con el Vaticano

Meses más tarde del primer destierro de nicaragüenses, el papa Francisco criticó duramente al régimen Ortega Murillo, llamándola una dictadura grosera y comparándola con una dictadura comunista o hitleriana, en una entrevista al medio de comunicación Infobae el 12 de marzo de 2023. En esta, también aseguró que el mandatario Daniel Ortega tenía algún tipo de desequilibrio.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige [Daniel Ortega]. Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas”, dijo al medio cuando se le preguntó por las dictaduras en América Latina y en especial, por Nicaragua.
Dos días después de dichas declaraciones, las más contundentes de Francisco durante su papado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua anunció que el país suspendía las relaciones diplomáticas con el Vaticano. Finalmente, el 18 de marzo de 2023, la Nunciatura Apostólica cerró su sede en Managua por decisión unilateral del Gobierno.
Desde entonces, el Pontífice continuó expresándose abiertamente sobre los encarcelamientos y persecución que vivían sacerdotes, religiosas y diáconos en el país, a través de las oraciones dominicales. Hasta antes de ese evento, el clérigo oraba por la paz del país sin referirse directamente sobre las acciones que hacía el régimen.
“No hay paz, sin libertad religiosa”
El 9 de enero de 2025, en una misa televisada y atendidas por miles de fieles católicos, el papa Francisco hizo mención sobre los presos políticos, especialmente los sacerdotes detenidos.
“Sigo con profunda preocupación por lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad. Expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración. A la oración insistente invito también a todos ustedes aquí presentes y a todo el pueblo de Dios, mientras espero que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua”, señaló.
Las oraciones y cartas dirigidas a Nicaragua para la búsqueda del diálogo y el cese de la crisis de derechos humanos continuaron hasta el final de su mandato, especialmente en fechas festivas de la tradición católica nicaragüense como el día de la Inmaculada Concepción de María, navidad y año nuevo.
“Deseo que esta celebración de la Inmaculada, que nos prepara a la apertura del Jubileo de 2025, les obtenga el aliento necesario en las dificultades, las incertidumbres y las privaciones”, indicó en una carta en el marco de la celebración de La Purísima. En esta también añadió que la libertad de las hijas y los hijos de Dios “nadie nos puede arrebatar”. El mensaje fue publicado solo diez días después que la Asamblea Nacional diera a conocer la Constitución OrMu.
El último pronunciamiento del papa Francisco sobre Nicaragua fue durante su reunión anual con el cuerpo diplomático acreditado compuesto por 184 embajadores, el pasado 9 de enero. El Pontífice señaló que la Santa Sede está siempre dispuesta a un diálogo y que sigue con preocupación “las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia”.
Y destacó que “no hay verdadera paz, si no viene garantizada también la libertad religiosa, que implica el respeto a la conciencia de los individuos y a la posibilidad de manifestar públicamente la propia fe y pertenencia a una comunidad”.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN) sobre la persecución religiosa en Nicaragua, aseguró en su último informe que la represión gubernamental a miembros de la Iglesia católica y evangélica ha escalado a formas de represión cada vez más violentas y restrictivas.