El auge de los negocios chinos ha transformado paulatinamente las calles de Nicaragua. Cada vez es más común ver turistas y comerciantes chinos en el país, resultado directo del rompimiento de relaciones con Taiwán y la apertura diplomática hacia la República Popular de China por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Sin embargo, surgen preguntas clave: ¿Qué tan complicado es para los nicaragüenses viajar a China o para los chinos establecerse en Nicaragua? ¿Existen facilidades para abrir un comercio, o es Nicaragua quien ha flexibilizado más sus condiciones? Exploramos ambos contextos y los factores que facilitan o dificultan estos intercambios.
Hasta 1897, los ciudadanos chinos tenían prohibido ingresar a Nicaragua. Según el decreto legislativo publicado en La Gaceta, diario oficial N.º 365 del 23 de octubre de ese año, se establecía: “Queda absolutamente prohibida en Nicaragua la inmigración de los naturales chinos”.
Hoy, la relación entre China y el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo representa un vínculo comercial que la propaganda de la dictadura presenta como una alternativa al mercado estadounidense. Nicaragua ha ofrecido condiciones flexibles a China, con reglas menos exigentes para sus inversores, mientras que los nicaragüenses enfrentan mayores dificultades para viajar o hacer negocios en China.

Embajada de China sin servicios consulares
Aunque no existen estadísticas del perfil migratorio de ambos países, es notoria que la migración china hacia Nicaragua supera la nicaragüense hacia China. Hasta 2021, el Instituto de Turismo no reportó en su Boletín de Estadísticas Turísticas viajes frecuentes de nicaragüenses a China; de hecho, el país asiático ni siquiera figura como destino relevante. Según el mismo boletín, los destinos más visitados son Estados Unidos, Honduras, Costa Rica, Guatemala y Canadá.
Nicaragua cuenta con una Embajada de China en Managua, pero esta no ofrece servicios consulares. Todo el proceso de solicitud de visa y otros trámites debe realizarse a través de la Embajada de China en Costa Rica, donde los costos varían según el tipo de visa y la cantidad de entradas, oscilando entre 30 y 90 dólares. Este procedimiento obliga a los nicaragüenses a desplazarse al país vecino, lo que representa un costo adicional en tiempo y dinero.
Para obtener una visa de Turismo (Tipo L), los nicaragüenses deben cumplir con varios requisitos: llenar un formulario de solicitud de visa, presentar un pasaporte válido con al menos seis meses de vigencia, entregar una fotografía reciente y una fotocopia de la página de datos personales del pasaporte, además del permiso de residencia en Nicaragua. También deben demostrar solvencia económica, mostrar el historial de visados anteriores, reservar vuelos con el itinerario completo y justificar el motivo del viaje, ya sea turismo, negocios, estudios o trabajo.
En caso de contar con una agencia de viajes china, se exige una carta de invitación con información detallada del solicitante y del plan de viaje, además de documentos que acrediten la existencia legal de la agencia. Para la Visa de Negocios (Tipo M), se requieren requisitos adicionales, como una carta de invitación de los gobiernos locales, compañías o empresas chinas, junto con el registro comercial y el DNI de la empresa invitante.

Acuerdos que facilitan la migración china a Nicaragua
Nicaragua suscribió un acuerdo con China en junio de 1999 para promover el turismo, el comercio, la inversión y los intercambios humanos, facilitando la entrada y salida recíproca de ciudadanos. Este acuerdo tiene una vigencia indefinida y establece que los ciudadanos chinos necesitan solo un pasaporte nacional válido para ingresar a Nicaragua. Además, aquellos que realicen actividades económicas o de inversión deben demostrar dicha relación. El visado puede tener una duración de tres, seis o doce meses, con una estadía inicial de 90 días, ampliable por otros 90 días.
Según el acuerdo, “la visa será concedida con carácter de cortesía y sin ningún costo para el beneficiario”, una disposición que también se aplica a los nicaragüenses. Sin embargo, la información en la página web de la Embajada de China en Costa Rica refleja requisitos y costos distintos, creando una disyuntiva entre lo pactado y la realidad del trámite.
Otra ventaja para los ciudadanos chinos es la posibilidad de obtener una Tarjeta de Turismo en los puestos fronterizos de Nicaragua, con una duración de 30 días y sin necesidad de una visa previa. Este beneficio no existe para los nicaragüenses que viajan a China, evidenciando una asimetría en los trámites migratorios entre ambos países.
Funcionarios chinos y nicaragüenses con visa preferencial
Un nuevo acuerdo firmado entre China y Nicaragua, vigente desde mayo de 2022 y también de duración indefinida, exime de visa a los portadores de pasaportes diplomáticos, oficiales, servicio y de asuntos públicos. Este beneficio ha sido aprovechado por ambos gobiernos para fortalecer sus relaciones comerciales y culturales.
Un funcionario del régimen Ortega-Murillo, que viajó a China como parte de una comitiva oficial, reveló a DIVERGENTES que el proceso para obtener su visa fue simplificado. Llenó un formulario de solicitud y entregó una fotografía. El consulado, en coordinación con la entidad estatal para la que trabaja, gestionó un pasaporte diplomático, que fue retirado a su regreso a Nicaragua.
Este procedimiento contrasta con los complejos requisitos que enfrentan los ciudadanos nicaragüenses que no forman parte de la estructura de gobierno para viajar a China, lo que plantea la interrogante de si Nicaragua otorgará a los chinos visas para fines comerciales con la misma facilidad.
Aunque el acuerdo establece que estos funcionarios “no requerirán visa para la entrada, salida, tránsito o permanencia en el territorio de la otra Parte Contratante por el plazo de la acreditación”, el funcionario confirmó haber llenado el formulario de solicitud, lo que evidencia cierta burocracia, incluso en este proceso preferencial.

Comercio desigual: Más trabas para Nicaragua
El funcionario estatal explicó que China ejerce un control más riguroso sobre las exportaciones de Nicaragua hacia su territorio, regulado por la Administración General de Aduanas de China (GACC). Estos controles son significativamente más estrictos que los aplicados por la dictadura sandinista en el país. En el ámbito comercial, ambos países firmaron el Acuerdo de Cosecha Temprana y el Tratado de Libre Comercio (TLC), este último en vigencia desde el 1 de enero de 2025.
Según el Informe de Comercio Exterior del III Trimestre de 2024, Nicaragua exportó apenas un 1.6% de sus productos a China, muy por debajo del 38.4% que se envía a Estados Unidos. Maricruz Prieto, Directora General de Comercio Exterior del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), aclaró: “China representa para Nicaragua el 13% de lo que importamos del mundo; sin embargo, nuestras exportaciones representan el 1% de lo que exportamos al mundo (…)”. Además, destacó que “desde que está vigente el TLC con China-Nicaragua, las exportaciones han crecido un 50.2% en este primer semestre de 2024”.
A pesar de este crecimiento, las facilidades que Nicaragua ha otorgado al mercado chino superan ampliamente las condiciones que enfrentan los comerciantes nicaragüenses en China. El funcionario señaló que exportar productos nicaragüenses a China sigue siendo un proceso mínimo en comparación con las importaciones desde el gigante asiático. Actualmente, solo tres barcos salen con productos por Panamá, y las exportaciones aéreas resultan demasiado costosas para los empresarios nacionales. Ante este panorama, “no queda otra que volverse socio de empresas chinas, porque el producto se nacionaliza en Nicaragua”, remarcó el funcionario.
Según el sitio web oec.world, China exportó hacia Nicaragua bienes por un valor de 1.41 mil millones de dólares, representando el 0.041% de sus exportaciones totales. Sin embargo, el reporte del Mific, de enero a noviembre de 2024, muestra que China sólo compró 77.4 millones de dólares en productos nicaragüenses, equivalente al 1.1% de las exportaciones totales del país, que ascienden a 6 939.9 millones.
El funcionario estatal remarca que el proceso para los exportadores nicaragüenses no solo implica lidiar con aranceles, sino también con estrictos requisitos sanitarios y fitosanitarios, más exigentes que los aplicados por Nicaragua.
“Todos los exportadores y productores que quieran llegar a China deben estar registrados en una plataforma en la Dirección General de Aduanas de China, y eso se logra a través del IPSA (Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria)… Aunque no es súper fácil, tampoco es demasiado complicado. Se debe cumplir con una serie de requisitos y estar claros de cada uno de ellos”, explicó Prietro a un medio de comunicación oficialista.
Evan Ellis, profesor e investigador de Estudios Latinoamericanos, declaró a Confidencial que los empresarios nicaragüenses han sido los más afectados ante la llegada del comercio chino. Remarcó que existe poca transparencia, pero también China tiene muchas ventajas y decisiones estratégicas para colocar sus propias empresas, pagadas por los mismos nicaragüenses. Además enfatizó que los comerciantes nacionales deben esperar hasta 40 días para que sus exportaciones lleguen a China, un tiempo mucho mayor que el que enfrenta el gigante asiático para traer sus productos a Nicaragua.
