Complices Divergentes
Complices Divergentes

Haydée Castillo
23 de abril 2025

Doble moral y mentira de la dictadura en el mensaje de condolencia por la muerte del papa Francisco


“Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez”. René Descartes

Es inverosímil la doble moral y la mentira que es consustancial a la dictadura Ortega-Murillo de Nicaragua. Los nicaragüenses y la comunidad internacional tenemos el deber de contrastar siempre con la verdad esa mentira que subyace en cada comunicación que emerge de una de las dictaduras más cruentas de América Latina. En el mensaje de “condolencias” enviado al Estado Vaticano el día 21 de abril por un lado reconocen que las relaciones con el Papa Francisco “fueron difíciles, accidentadas…”. Pero por otro lado la misma dictadura se autonombra como “… nicaragüenses creyentes, devotos y fieles a la Doctrina de Cristo Jesús”.  

Es falso de toda falsedad autonombrarse como tales, ignorando por completo los hechos y su actuar, ya no solo en contra de cada nicaragüense que profesa su fe en la iglesia católica o en otras iglesias por considerarlas “opositores a su régimen”, sino que han actuado con saña hacia sacerdotes, pastores, monjas y laicos que servían a las iglesias. 

He aquí como lo resume el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de Naciones Unidas (GHREN) en su informe brindado el 3 de abril del presente año ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas: 

Continúa la persecución contra líderes religiosos y comunidades de fe mediante detenciones arbitrarias, expulsiones y la confiscación de bienes como represalia por su trabajo. Desde 2023, al menos 46 religiosos han sido detenidos, excarcelados y posteriormente expulsados del país. Además, el Gobierno mantiene la imposición de severas restricciones a la libertad religiosa, incluyendo la prohibición de celebraciones en espacios públicos, la vigilancia de ceremonias, la moderación de sermones, y la criminalización de expresiones de fe.

Basta con preguntar a los pocos sacerdotes que aún quedan dentro de Nicaragua sobre las amenazas recibidas en esta recién pasada Semana Santa para saber que están impedidos de hacer procesiones, de movilizarse y expresarse libremente. Están bajo vigilancia constante y ahora hasta les obligan a tomarse foto con los miembros de la policía destinados a su control.

En el mismo mensaje de “condolencias” mencionan que:

         A pesar de    lo complejo y duro, a pesar de las manipulaciones que tod@s conocemos, a pesar de los pesares, mantuvimos nuestra Esperanza en alto desde la Fe Cristiana, y supimos entender la distancia y, sobre todo, la complicada y alterada Comunicación que no nos permitió las mejores relaciones, aunque también supimos comprender la confusión generada por voces altisonantes que entorpecieron todo intento de verdadera interacción (sic)”. 

Cómo pueden llamarle “manipulaciones” y “confusión generada por voces altisonantes que entorpecieron todo intento de verdadera interacción” en referencia a su relación con el Vaticano, si el mismo informe del GHREN concluye que algunas de las violaciones realizadas desde 2018 constituían, prima facie, crímenes de lesa humanidad: 

“El Grupo concluyó previamente que había motivos razonables para creer que, desde abril de 2018, agentes estatales y no estatales habían cometido graves violaciones y abusos de los derechos humanos de manera sistemática y generalizada contra un conjunto cada vez mayor de personas opositoras o percibidas como tales y sus familiares. El Grupo determinó que algunas de estas violaciones constituían, prima facie, los crímenes de lesa humanidad de asesinato, encarcelación, tortura, incluida la violación y otras formas de violencia sexual de gravedad comparable, deportación y persecución.

Es inadmisible toda esta falsedad en la que actúan desde una doble moral, al extremo de pedir a la iglesia a que llame “a la Verdadera Paz, a la Comprensión, a la Armonía, al Respeto, y a la Cooperación Solidaria y Complementaria, para contribuir a trascender los dolorosos conflictos que vivimos, y promover y practicar las Enseñanzas del Rey de Reyes, de Cristo Jesús”. 

Como pueblo nicaragüense es bueno invitarnos a reflexionar en búsqueda de la verdad y recordar que como dice en su último informe del 14 de este mes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Los crímenes siguen estando a la orden del día: 

Asimismo, continúa la persecución contra líderes religiosos y comunidades de fe mediante detenciones arbitrarias, expulsiones y la confiscación de bienes como represalia por su trabajo. Desde 2023, al menos 46 religiosos han sido detenidos, excarcelados y posteriormente expulsados del país. Además, el Gobierno mantiene la imposición de severas restricciones a la libertad religiosa, incluyendo la prohibición de celebraciones en espacios públicos, la vigilancia de ceremonias, la moderación de sermones, y la criminalización de expresiones de fe.

En el párrafo final del mensaje de condolencias siguen expresando “…lo que tod@s queremos y necesitamos: El Mundo Mejor que debemos construir, y la Verdadera Fraternidad, como predica el Evangelio con la Fuerza del Gran Maestro, Jesucristo, Nuestro Señor”. No obstante, otra de las conclusiones del GHREN que pone en evidencia la verdad del comportamiento de los dos personajes que lideran la dictadura y que son al mismo tiempo los firmantes dicho mensaje:

“El Presidente y la Vicepresidenta han instrumentalizado sistemáticamente el aparato estatal para mantenerse en el poder. Asimismo, han consolidado su control absoluto sobre la población mediante una represión generalizada y una extensa red de vigilancia e inteligencia que incorpora las estructuras políticas del Frente Sandinista de Liberación Nacional y grupos armados progubernamentales”.

Para el régimen dictatorial de Nicaragua, la paz, la tranquilidad, la prosperidad, el cristianismo y la solidaridad significan ni más ni menos que la guerra en contra de un pueblo desarmado, así como la muerte, el exilio, la cárcel, el destierro, apatridia, zozobra, desintegración de la familia, dolor, castración de todas las libertades y estado de terror.   

ESCRIBE

Haydée Castillo

Nicaragüense, Cientista Social y Master en Integración y Desarrollo. Feminista y ambientalista. Con estudios en Gestión Integral del Riesgo y Reducción de Vulnerabilidades, Derechos Humanos, Gerencia de oenegés, Seguridad y Soberanía Alimentaria, Prevención de la violencia y Transformación de Conflictos. Presidenta del Instituto de Liderazgo de Las Segovias. Miembro del CCSICA, de Nicaragüenses en el Mundo y del Espacio de Diálogo para la concertación entre Actores Nicaragüenses.