La última vez que Alejandro Genet caminó por los pasillos de la Universidad Nacional Casimiro Sotelo-que sustituyó a la confiscada Universidad Centroamericana (UCA)-lo hizo sin tantos reflectores. La popularidad y admiración que recibía de profesores, alumnos y personal del recinto, desapareció solo quince meses después de su nombramiento como rector. Quienes lo observaron a la distancia esa última ocasión notaron a una persona meditabunda, falta de alegría y a ratos como fuera de lugar.
“Él como que quería que lo tomaran en cuenta en una actividad que había en el Aula Magna, pero nadie le hizo caso. A mí hasta pesar me dio. Pero el que mal anda, mal acaba… él decía que no iban a quitarlo, pero al final lo hicieron hasta que se jubilara”, relató un exdocente de este recinto que habló con DIVERGENTES bajo condición de anonimato.
La caída de Genet ocurrió en diciembre de 2024, después de que una auditoría, ejecutada por la Contraloría General de la República (CGR), revelara que durante su administración se despilfarró más de siete millones de córdobas del presupuesto de la Universidad, autorizara la contratación de familiares y dispusiera de recursos del recinto para trasladar a sus cercanos.
Cifras infladas de matrícula estudiantil

“La auditoría también expuso un falseo en los datos de la matrícula de la universidad. Genet aseguró a las máximas autoridades que habían más de 10 000 alumnos registrados, sin embargo, el número fue menor. Este también fue un detonante. Fue una suma de todo”, explicó una alta fuente de la CGR que accedió a hablar con la condición de que no reveláramos su identidad.
Genet y el Consejo de Dirección de la Universidad fueron destituidos a finales de noviembre del 2024, y en su lugar, fueron nombradas otras autoridades en diciembre de ese mismo año. La rectora ahora es Dania Teresa Hernández Pinell, mientras que Ever Miguel Téllez Castillo y Moisés Ignacio Palacios fueron asignados a las labores de vicerrector y secretario general, respectivamente.
“Antes de que yo saliera de la universidad existía el rumor de que solo a Genet iban a destituir, y que en su lugar iban a dejar a Luz Marina Ortiz, que era la vicerrectora. Pero la alta dirigencia no aceptó esto y por eso es que hubo un cambio”, indicó la exdocente.
La fama y la popularidad
Antes de ser nombrado, rector de la Universidad Casimiro Sotelo, Alejandro Genet era decano de la Facultad de Educación e Idiomas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua). En ese cargo estuvo desde 1990 y aunque en el pasado existieron amenazas para destituirlo, finalmente la dirigencia de esa casa de estudio lo mantuvo en el puesto a regañadientes.
Félix, cómo llamaremos a un dirigente estudiantil de la UNAN-Managua, explicó que lo que sostenía a Genet dentro de este recinto universitario era su devoción a los Ortega-Murillo y su obediencia política. Sin embargo, sus múltiples errores, fueron allanando el camino para “sacarlo” de la decanatura de la Facultad de Educación, y dejarlo “vulnerable” en otra oficina.
“A Genet nadie lo quería en la UNAN. Lo detestaban porque era desorganizado, irresponsable y porque su única carta era la de ser ‘ficha’ del partido. Esa fue su protección hasta que lo trasladaron a la Casimiro”, relató Félix.
En un perfil publicado por DIVERGENTES en noviembre de 2023 un estudiante de Genet, Alberto, compartió un poco sobre las características particulares del exrector durante su paso en la UNAN: Ese docente tenía la costumbre de perder exámenes y llegar tarde a sus clases.
“Fue un desastre. Varios tuvimos que realizar pruebas especiales para salvar la clase de Matemáticas (que el maestro impartía), porque perdía los documentos o añadía temas que nunca había explicado”, expresó Alberto.
Alejandro Genet, el profesor que perdía los exámenes

Genet fue por más de 40 años docente de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN). Cursó estudios de docencia en la Universidad Central de Las Villas en Cuba y una maestría en Metodología de las Enseñanzas de las Matemáticas), sus exestudiantes lo reprobaron en puntualidad y responsabilidad.
“Nosotros teníamos clases con él dos veces a la semana. Una de ellas era el lunes a primera hora y la otra recuerdo que era el viernes. En un momento, él nos tiró la última clase de los viernes al miércoles, prácticamente cambió el horario y casi todos, principalmente de los departamentos, llegamos temprano y siempre perdíamos ese tiempo porque él nunca llegaba”, recuerda Alberto.
En otra ocasión, perdió varios exámenes sin justificación, que provocaron que al menos dos estudiantes reprobaran la materia. El alto dirigente estudiantil que habló con DIVERGENTES afirmó que Genet tampoco era querido por el pleno de maestras y decanas de la UNAN por sus constantes denuncias de acoso hacia sus alumnas.
“Su fama era la de un acosador. Y con el paso de los años varió sus objetivos. Ya no eran alumnas, sino personal de limpieza que eran presionadas por él para ceder en algunas de sus propuestas. Por eso cuando orientan el pase a la Casimiro, muchas personas celebraron en la UNAN”, señaló.
El nombramiento de Genet como rector de la Universidad Casimiro Sotelo ocurrió 24 horas después de que la jueza Gloria Saavedra ordenara la confiscación de la UCA. Aunque todo parecía indicar que iba a ser la máxima autoridad dentro del recinto, lo cierto es que nunca fungió como tal, aunque era la imagen del nuevo centro de estudios.
“Me acuerdo que todo el mundo andaba detrás de él. Los de protocolo, los profesores, los alumnos, los de limpieza. Como todo era nuevo, entonces todos querían quedar bien con el jefe. Los primeros meses fueron así, y parecía que iba a arrancar con todo en la Casimiro, pero después todo se le vino abajo”, relató el exdocente.
El primer error de Alejandro Genet
El primer error de Genet fue inflar los datos de la matrícula. Aunque en la comunicación oficial el número era superior a los 10 mil estudiantes, lo cierto es que los salones estaban vacíos, y según informes internos en la Casimiro Sotelo, apenas superaban los 5 mil alumnos. Estos reportes coinciden con la información de la fuente de la CGR.
A pesar de que se promovió la matrícula estudiantil, obligando incluso a funcionarios públicos a tomar clases en las tardes, o bajo modalidad sabatina y dominical, el número de ingresos no aumentó como lo tenían previsto las máximas autoridades del Centro Nacional de Universidades (CNU). Sumado a este desfase en los datos, se agregó la pésima administración que tenía Genet en la Casimiro Sotelo.
“Él entró en una zona de confort porque creía que iba a tener el mismo poder que en la UNAN. A la dirigencia del CNU llegaron denuncias de que Genet estaba haciendo de la Casimiro una segunda casa. Llegaba a las reuniones políticas o actividades del recinto con resaca y en ocasiones con aliento alcohólico, además que se empezó a notar el favoritismo con sus familiares”, señaló el alto dirigente estudiantil de la UNAN.
Las denuncias provocaron que se ejecutara una auditoría que reveló las irregularidades de Genet en la Casimiro Sotelo. Aunque el más importante parecía ser el desfalco de más de 7 millones de córdobas del presupuesto anual de la universidad, no fue este el único. A esto se sumó la contratación de un hermano como jefe de transporte, varias cuñadas y nueras en el área de limpieza, así como sobrinos en otras facultades del recinto.
“La auditoría analizó todo. Lo primero fue el dinero que se ‘perdió’. Después los contratos a sus familiares y contratos fantasmas. Estamos hablando de puestos en los que habían personas que solo prestaban sus nombres para cobrar un salario. Y claro, el uso de los recursos como camionetas de la institución para dejar y traer a su familia, y bonos de combustible”, explicó la alta fuente de la CGR que habló con DIVERGENTES.
“La Casimiro estaba en camino al precipicio y la solución del Gobierno fue cambiar toda la plana mayor de la universidad para darle una bocanada de oxígeno al proyecto. Esto pasaba por jubilar a Genet, destituir a las demás autoridades y despedir a trabajadores que no estaban cumpliendo con su trabajo y eran cómplices de la mala administración”, afirmó.
Sanear “puestos fantasmas”
Finalmente a finales de noviembre de 2024 la jubilación de Genet se hizo oficial dentro de la Universidad y el nuevo cuerpo directivo asumió en diciembre con el objetivo de aumentar la matrícula, sanear los puestos fantasmas y hacer con un menor presupuesto un recinto “competitivo”.
“Dicen que a la universidad le va mejor, no es como la UCA, pero ya hay más orden y más alumnos. De Genet lo último que supe es que está en la UNAN dando clases como docente horario. Tiene la esperanza de regresar a su puesto, pero después de todo lo que hizo, es difícil”, finalizó el alto dirigente estudiantil de la UNAN.
El 21 de diciembre de 2023, el Gobierno de Estados Unidos incluyó a Alejandro Genet en su lista de “actores corruptos y antidemocráticos” —conocida como “Lista Engel”—, a quienes se les niega la entrada al país norteamericano y no podrán obtener visados para viajar a este país.
Atrás quedaron los tiempos en que Genet agradecía a la pareja de dictadores con lisonja e inspiración. “Agradecemos a Dios, a la Revolución Popular Sandinista, a nuestro presidente comandante Daniel Ortega Saavedra y nuestra vicepresidenta compañera Rosario Murillo, al Consejo Nacional de Universidades, por la confianza depositada en este equipo de trabajo”, dijo Genet en su discurso de imposición en agosto de 2023.
Ahora, lo único que quedaron de esas palabras es un profesor cabizbajo y castigado, rondando las aulas de la UNAN Managua, luego de saborear las mieles del poder en la Casimiro Sotelo.