Canasta Básica

La “economía de los mercados” en Nicaragua atrapada en la peor espiral alcista en Centroamérica

En los últimos dos años, Nicaragua registra el aumento más alto de precios de toda la región centroamericana. Los comestibles básicos son los que han experimentado mayores incrementos, mientras el poder adquisitivo de los nicaragüenses disminuye. DIVERGENTES visitó mercados, supermercados y comercios populares para intentar comprar los 22 productos primarios comprendidos en la canasta básica, con el salario mínimo de un trabajador del Estado y encontró que a muchas familias apenas les alcanza para comprar un tercio de los alimentos necesarios

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Ilustración por Divergentes

Nota del Editor: Este reportaje se trabajó entre abril y la primera semana de mayo de 2024. Este 14 de mayo medios de comunicación, como La Prensa, reportan el incremento de la canasta básica a 20 447.62 córdobas de acuerdo a datos recientes publicados por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).

Es un sábado de inicios de abril y se siente un calor espeso en Managua, como el de siempre, pero que se incrementa en esta época del año. En el galerón de las verduras y vegetales del mercado Oriental alcanzan pocas personas más. Algunos comerciantes apilan las verduras en canastas, mientras mojan otras que esparcen sobre las mesas. Y así, mientras se camina apretujado por esta callecita desnivelada y húmeda, se puede apreciar a los costados las pilas de tomates, papas, plátanos, chiltomas, cebollas, rábanos e infinidad de especies y verduras más. Casi todo luce fresco: listo para llevar.  

—Yo he vendido bastante estos plátanos en canastas— le dice una comerciante a otras. Antes que le respondan, reitera. —A la gente le gustan estas canastas porque siente que le sale más económico. 

Las canastas que ella vende contienen cinco plátanos verdes y cuestan 25 córdobas. Cada una de estas canastas pesa aproximadamente 2.35 libras, es decir, una libra cuesta 10.63 córdobas, unos 5.6 córdobas menos que la libra de plátano (16.30 córdobas) que registra el último sondeo de febrero 2024 que publica el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide). 

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Este precio de las canastas de plátanos sólo es posible encontrarlo en mercados populares como este, pues en los supermercados, la misma libra de plátano verde cuesta 23.40 córdobas (11 cada unidad), siete córdobas más que el listado oficial, y más del doble de lo que cuesta en los mercados populares.  

El plátano verde es ejemplo de uno de los productos de la canasta básica que ha tenido un mayor  aumento de precio  (49.67%), desde que estalló la crisis política en el país en 2018, de acuerdo a un análisis de precios hecho por DIVERGENTES.   

Se revisaron los precios de la canasta básica publicados por el Inide, para lo cual tomó como puntos de referencia las fechas de marzo de 2018 (antes de la crisis) y febrero de 2024 (el más reciente disponible cuando se redactó este reportaje) para hacer una comparación. 

Un incremento de más del 60% en los últimos seis años

El análisis arrojó que en los últimos seis años, los alimentos de la canasta básica —indicada para una familia de dos adultos y tres niños— han aumentado su precio en un 60%. 

Un incremento importante de acuerdo a las estadísticas históricas en Nicaragua. Por ejemplo, si se retrocede para comparar el aumento de precios de la canasta básica entre 2012 y 2018, se descubre que en ese período, los precios aumentaron en un 40%, lo cual indica que el incremento actual está lejos de la normalidad.

En términos prácticos, para comprar los 22 productos alimenticios mensuales en marzo de 2018 se necesitaban 8 797.36 córdobas, mientras que en febrero de 2024, se necesitaron 14 095 córdobas, según el Inide.

Los alimentos básicos más caros de Centroamérica

El incremento tiene dimensiones regionales. Según estadísticas del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), Nicaragua registró las tasas más altas de inflación en los últimos dos años: 11.59% en 2022 y 5.6% en 2023. Es decir, el aumento más alto de precios de todos los países de Centroamérica y República Dominicana, en los dos últimos años, lo han sufrido los nicaragüenses

Para realizar este reportaje, DIVERGENTES visitó mercados, supermercados y comercios populares de Managua para buscar y comprar los 22 productos de la canasta básica nicaragüense. Para comprobar el aumento en el precio de los alimentos, intentamos comprar la mitad de la canasta básica (7 047.6 córdobas) con el salario mínimo de un trabajador del Estado (7 134.52 córdobas). 

Este ejercicio confirmó que no se puede comprar la mitad de los productos de la canasta básica para una quincena con todo el salario mínimo de un trabajador del Estado. 

Comprobamos que hasta mediados de abril de 2024, la mitad de la canasta básica de alimentos cuesta aproximadamente 7 207 córdobas (197 dólares al cambio oficial vigente). Cabe destacar que la búsqueda se realizó en supermercados y mercados, con las cantidades exactas y los precios de los productos más económicos. No obstante, para comprar la mitad de alimentos básicos mensuales todavía harían falta 73 córdobas adicionales.  

Para que una familia de cuatro miembros se alimente, necesita comprar 14 414 córdobas (394 dólares) mensuales, sólo en  comestibles. Esto quiere decir que ni siquiera con dos salarios mínimos iguales de trabajadores del Estado —dos profesores de primaria, por ejemplo— se puede comprar los alimentos básicos para una familia. Todo esto sin incluir los gastos del hogar (alquiler, gas, transporte, agua, luz eléctrica, jabón, detergente, pasta dental, entre otros) y de vestuario. 

Mientras los alimentos aumentaron entre el 26% y el 146% en los últimos seis años, el salario real —que mide el poder adquisitivo según el Banco Central de Nicaragua (BCN)— disminuyó en más del 20%. Una disparidad que los bolsillos de los ciudadanos nicaragüenses resienten cuando pagan sus alimentos.

Los alimentos básicos se han incrementado

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Ilustración por Divergentes

Todos los 22 productos alimenticios de la canasta básica han aumentado su  precio. En DIVERGENTES clasificamos los aumentos como moderado (cuando el incremento es entre el 25% y el 40%) en el caso del azúcar, cerdo, chuleta de pescado y los huevos; como considerable (entre el 40% y el 60%) dentro de los que se incluye arroz, leche, tortilla, pinolillo, pan, ayote y el plátano verde. 

Mientras que los que han tenido un aumento de entre el 60% y el 75% los clasificamos como importantes, y en estos se encuentran el aceite, posta de res, pastas y cebolla blanca. En tanto, los alimentos que tuvieron entre el 80% y el 145% se clasificaron como excesivos. Entre estos alimentos se encuentran los frijoles, queso seco, tomate, papa, chiltoma, naranja y repollo.

Para encontrar los precios más económicos de estos últimos alimentos— con excepción de los frijoles cuyo precio está en 30.75 córdobas la libra en los supermercados, mientras en el mercado se halla a 36 la libra más barata— se tiene que ir a uno de estos centros populares de compras. 

Nosotros visitamos el mercado Oriental, donde la libra de queso seco cuesta 100 córdobas, mientras en los supermercados, sólo se encuentra empacado (menos de una libra) a casi 200 córdobas. 

La visita a los comercios comprobó que 16 de los 22 productos se hallan más económicos en los mercados, que en los supermercados. De estos 16 productos, sólamente nueve (huevo, queso, posta de res, pasta, tomate, cebolla, papa, chiltoma y plátano), los pudimos encontrar más económicos que la lista oficial establecida por el Inide. La mayoría son verduras, frutas y tubérculos que se producen en el interior del país. 

Hay alimentos como el arroz y el ayote, que no se encuentran más baratos aunque se vaya a los mercados. Otros 10 alimentos, entre estos, la tortilla, el aceite, el azúcar, la chuleta de pescado, la leche, el cerdo, el pollo, el pinolillo, el repollo y la naranja, se encuentran incluso más costosos en los mercados populares que en la lista oficial. 

Un dato curioso es que la libra de azúcar, la de posta de cerdo, de pollo y de pinolillo, se pueden encontrar más favorables en los supermercados, que en los mercados. Aunque ir a los mercados populares a buscar alimentos continúa siendo más económico, la diferencia de precios en lugares populares, con respecto a otros comercios, es cada vez menor. El alza de precios en los alimentos también hace mella en los compradores del mercado Oriental. 

Consumir  un tercio de los alimentos básicos

Acompañamos a Lorena, una trabajadora administrativa de un colegio privado de Managua, a realizar una compra en el mercado Oriental. Lorena, tiene 42 años de edad, y es madre soltera de dos hijos de 18 y 14 años de edad respectivamente. Hoy lleva dos sacos que espera utilizar para meter las compras de esta mañana. 

Lorena dice que gana 12 500 córdobas mensuales. Es decir, aún destinando todo su salario en alimentos, no podría comprar todos los productos de la canasta básica mensual necesarios.  

Además, paga la mensualidad del colegio de secundaria (40 dólares) de su hijo menor, el transporte y gastos de su hija mayor, que va a una universidad pública (1 500 córdobas). Luego debe pagar los recibos de agua y luz eléctrica (1 000 córdobas  entre los dos) y 300 adicionales para que una vecina le comparta internet. No gasta en transporte (porque el colegio donde trabaja queda cerca de su casa) y tampoco en alquiler porque habita en la casa de su mamá. 

Luego de todos los gastos, Lorena intenta comprar entre 1 000 a 1 500 córdobas en comida a la semana para toda la familia— ella, sus dos hijos y su mamá—. Al mes, compra en alimentos unos 5 000 córdobas mensuales, según calcula. Es decir, a esta familia le alcanza para comprar apenas un poco más de un tercio de los alimentos básicos.

Alimentos suben, salarios estancados

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Ilustración por Divergentes

Los trabajadores de empleo formal en empresas privadas, como Lorena, han visto con impotencia cómo su salario se desmorona. Según estadísticas del Banco Central de Nicaragua, el salario en nómina de los trabajadores aumentó 16%, pero su salario real (el que mide el poder de compra) disminuyó en 22%. 

Los trabajadores de empresas privadas, en promedio, han perdido más de una quinta parte de su salario. Por ejemplo, un trabajador que antes empleaba 8 000 córdobas en comprar alimentos, ahora necesita un poco más de 10 000 para comprar la misma cantidad de alimentos. 

Los trabajadores del Estado viven en una situación similar. Mientras su salario en nómina aumentó en 26.4%, su salario real ahora es 12% menor que en 2018. 

La “economía de los mercados” suple parcialmente

“Nos acomodamos con arroz, frijoles, queso, sopas instantáneas, crema o cuajada”, dice Lorena, mientras se abre paso en el galerón de las carnes del mercado Oriental. Es un espacio amplio y abierto con tramos a los lados, donde se puede encontrar desde carne de vaca hasta un garrobo para hacerlo en sopa. La mezcla de carnes al aire libre, algunas empalmadas sobre trozos de hielo, produce un hedor —fétido podría decirse— difícil de soportar. 
“Uno se acostumbra a este olor”, dice Lorena, y sonríe. Una comerciante, con un cuchillo, separa de un tajo un pollo entero de otro al que estaba pegado por medio del hielo. Lorena lo mete en la bolsa, y dice que más adentro —es difícil determinar los límites de este mercado, el más grande de Centroamérica— buscará el pollo entero más favorable.

Lorena tiene claro lo que va a comprar esta mañana en el Oriental: un pollo entero y una bolsa de piernitas, también de pollo; queso, arroz, frijoles, aceite y algunos vegetales y verduras (tomate, chiltoma, cebolla, vinagre) en el galerón donde los venden más favorable en este mercado. 

Gasta un poco más de 1 200 córdobas, y es toda la comida que le debe durar una semana, o poco más. “A veces pasamos meses sin comprar carne para toda la familia”, afirma Lorena.

Llegamos a la Zona Caldera, propiedad de Juan Caldera —un comerciante y simpatizante del partido Frente Sandinista que ha tenido cierta popularidad en redes sociales por sus publicaciones, entre cómicas y bizarras—. El lugar está compuesto por dos tramos similares, uno frente a otro, que son atravesados por una calle. Venden pollo, embutidos, queso y huevos. “Pierna con muslo a 32”, cuelga un cartel que anuncia la promoción del día. 

Lorena mira el precio y la tienta, pero dice que ese pollo es “americano”, y ella prefiere el nacional, “más fresco”. Después de unos minutos en los que cotiza los precios, aparece Juan Caldera bailando, en camisola y con varias cadenas de oro y plata que cuelgan de su cuello. Saluda con la mano a Lorena y a otro comprador, un señor que se encuentra a la par. Caldera le dice al hombre que los muslos que le servirán “son tan hermosos como los de esta chavala”, mientras señala a una de sus despachadoras. Apenas hay risas por el comentario del dueño del negocio. 

Lorena pidió dos libras de piernitas que le costaron 130 córdobas, es decir, 65 la libra. Días después, cuando visitamos otros mercados y supermercados, nos percatamos que esa libra de pollo fue una de las más costosas del sondeo que realizamos. En el supermercado, por ejemplo, la libra de pechuga con alas costaba 40 córdobas. 

Ese día, Lorena llenó sólo un saco de los que llevaba. Me dijo que sabía que algunos precios varían según el lugar, pero que siempre viene al mercado Oriental porque está cerca de su casa, y le resulta más económico el transporte. “Así me llevo todo de una sóla vez”, dijo Lorena
Unos metros después detuvo un taxi y metió el saco en la valijera. “Estos (el pago del taxi) son los otros gastos que tengo y por eso no puedo gastar todo en la comida”, explicó Lorena, sentada ya dentro del carro. Ella espera que durante la semana no haya otro imprevisto, y regresar el próximo sábado al Oriental, para hacer las compras de la semana.

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